miércoles, 9 de julio de 2008

Che Che Che Che Che Changes

Se han echo tantos comentarios sobre mi piso como sobre Tania Russof. Hemos pasado tantas cosas en el, que casi me parece cutre hacer un post sobre el.

En ese espacio consumaron sus primeras veces una de mis parejas favoritas, practico el libertinaje una de mis mujeres malas, durmieron en mi lecho (sin estar yo en el en mi ausencia gallega) féminas de las que contradicen lo del sexo débil, conocí a chicas que ya no volveré a ver y hacia el final, vi formarse una de las parejas mas hermosas que hemos visto en los últimos tiempos.

Allí vi colisionar mis aspiraciones como artista con la realidad, desde allí cerré mi etapa viguense, consolide una amistad, cree una empresa y la cerré. Allí entendí lo que se ha de hacer para ganar dinero, el precio a pagar por ello y la vida que le espera al que haya elegido esa opción.

Desde este espacio alejado ahora de la realidad tangible, vi madurar a mis amigos mientras ellos veían lo que sucedía conmigo. Fue un asiento pribilegiado desde el que ver lo que sucedía con ellos en estas cuatro temporada. Una vez empatizas con los protas, no tienes credibilidad para juzgar un carajo.

Aprendí a hacer sushi, a las consecuencias del alcohol y al valor de las necesidades convencionales mientras me enteraba que un amigo durmió sobre orines de gato en mi casa.

Viví el amor adulto y su ruptura, la muerte de una madre y a un elenco de madres, padres y abuelas de amistades que ya no están en esta realidad. Empece a comprender la muerte y la vida, esta última en forma de cinco neonatos que completan el ciclo. Entendí de para que sirve la amistad en realidad y de que sirve aguantar una tarde con un colega pesao y melancólico con el que no te vas a acostar. Y he conocido mas de mi mismo aquí que en ningún otro espacio en el que haya vivido.

Joder, que giñe da el cambio, a menos de cuatro días de él y pasó de ser la chica de la que estabas enamorado en el bachillerato al mamón que te pegaba en el estomago en los pasillos de primaria. Ahora es la niña atractiva de la E.S.O. dándote patadas en los huevos mientras te escribe en la agenda que te echara de menos.

Pero es elección mía, voluntaria y a plena consciencia así que, por algo lo hice. Echare de menos este piso como pocos lugares en los que haya vivido, pero gozare de mi independencia como un demonio gozaría de las vírgenes que le sacrifican por las mañanas.

Y claro, estáis invitados, no todos, ya sabéis cuales. Los que dudéis es que no, los que os riáis, ya sabéis donde estaré.

1 comentario:

se hace camino al andar dijo...

wau... de alguna manera una mudanza supone un duelo no?, dejar "algo" para siempre y hacer que ese "algo" forme parte tan solo de tus recuerdos y no ya de tu vida diaria.
Entenderás bastante bien entonces que yo pasé por esto no hace mucho y mierda!!, que raro es!!
Me gusta la gente que hace las cosas pero se detiene a pensar todo lo que eso significa, que se puede apartar un momento y ver hacia atrás y sacar algo, lo que sea, de lo vivido.

Bueno nene Felicitaciones por tu mudanza y tu nuevo piso!! a disfrutarlo!!