Con este, me permito cerrar la trilogía “Ciencia infusa”, “Generación Espontánea” y “Combustión Espontánea”. Los dos últimos mutaron finalmente en “La logia de los Ignorantes” y “La Justicia divina”.
Por el titulo, no os preocupéis, ni impartiré justicia ni me creo tan “divino”.
Echando mano de lo que se y de lo que me vaya encontrando por hay, iré explicando las anecdotillas que voy viendo suceder a mi alrededor.
En fin, espero que la rudeza de mis comentarios y las andanzas de las extrañas formas de vida que me rodean, una sucesión de cuentos con moraleja.
Sin más, os invito a que recordéis o descubráis todas estas cosillas.
Besotes
PD: Ha, y si me paso, no tengáis reparo en decírmelo, yo jamás lo tendría.